martes, 22 de mayo de 2012

Más cerca de Ian Curtis

Esta es una nueva versión de un texto escrito hace dos años, cuando se cumplían 30 de la muerte de Ian Curtis, así como del lanzamiento del disco Closer. De ahí su contenido.

En 1980, salió al mercado un disco que marcaría toda una época. Se morían los setentas y, en medio de aquella decadencia donde el rock progresivo y el punk daban sus últimos alaridos, Joy Division grabó lo que, a la postre, sería su último álbum de estudio. Increíble pensar que este era, además, el segundo que realizaban. Closer significó, para la agrupación de Manchester, la consagración definitiva como banda de culto.

Pero lo que verdaderamente convirtió a Joy Division en leyenda no fue solo su música innovadora y desgarrada, sino, particularmente, la imagen “maldita” de su vocalista y líder Ian Curtis, front-man inigualable que nos dejó, con un inmenso legado musical, hace 32 años.

El “poeta maldito” de Manchester

Ian Curtis
Ian Kevin Curtis nació el 15 de julio de 1956 en Manchester, Inglaterra. Con una personalidad solitaria y sombría, fue un gran admirador de escritores como Franz Kafka, William S. Burroughs y Friedrich Nietzsche, y músicos como David Bowie, Iggy Pop y Jim Morrison.

Con tan solo 19 años, se casó con Deborah Woodruff, una compañera de escuela quien, entonces, tenía 18 años.

Mientras tanto, su pasión por la música crecía, influenciado, inicialmente, por las bandas inglesas del momento, en especial Sex Pistols, la banda punk que vio en concierto junto a Bernard Sumner y Peter Hook el día que se conocieron en 1976, y que fue el inicio de lo que sería Warsaw y, finalmente, Joy Division.

Con Curtis en voz, Sumner en guitarra y Hook en bajo, reclutaron al baterista Stephen Morris, con lo que el cuarteto estaba listo para empezar a componer canciones y grabar su primer LP. No obstante, ya por aquellas épocas, Ian Curtis empezaba a mostrar los primeros signos de la epilepsia que le fue diagnosticada en enero de 1979.

A pesar de ello, meses después lanzarían su álbum debut: Unknown Pleasures. Su sonido pospunk fue una novedad para la época; sin embargo, el disco pasó casi desapercibido, pero esto contrastaba con la fuerza del grupo en cada concierto. Años después, Peter Hook declararía sobre aquella época: «Éramos un gran grupo en aquellos tiempos, tan jóvenes y energéticos; en directo, íbamos a lo que venga. Al mirar al público me decía, Dios mío, parece que se están matando entre ellos. Nunca entenderé de dónde demonios sacaban esa energía».

Quizá la respuesta estaba en las intensas performances de Ian al interpretar cada una de las canciones, donde realizaba unos bailes muy personales que hacían pensar en los ataque de epilepsia que sufría. Basta con recordar la presentación de la banda el 15 de setiembre de 1979 en una de las Peel Sessions en los estudios de la BBC de Londres, donde interpretaron espectacularmente “Transmission” y “She’s Lost Control”.


Closer y el final

Todo parecía ir bien: con solo un álbum grabado, había gran material listo para ser utilizado en las siguientes producciones. A comienzos de 1980, el grupo comenzó una serie de giras que debilitaron el estado físico de Ian Curtis, esto sumado a su enfermedad que empeoraba, el repentino divorcio con Deborah —recordemos el affaire de Ian con la belga Annik Honoré— y una hija que había nacido meses atrás. Todo esto lo tenía intranquilo sin poder concentrarse en sus proyectos con la banda.

Aun así, el segundo LP se grabó en marzo y se esperaba su lanzamiento para mayo, pero los problemas internos lo dilataron. Ian Curtis pasaba por una etapa sumamente depresiva por los constantes problemas que tenía, lo que nunca logró superar.

La mañana del 18 de mayo de 1980, Deborah llegó a casa y encontró el cuerpo sin vida de Ian. El líder de Joy Division se había suicidado colgándose en la cocina, luego de haber tenido uno de sus muchos ataques epilépticos.


La escena musical quedó consternada. Sin embargo, aún no se daba cuenta de la magnitud de esta pérdida.

Dos meses después, salió a la venta Closer, considerado, por muchos, su obra maestra. «Sumamente depresivo, toda una genialidad y punto de partida para muchas obras que luego se gestarían en los ochenta. “Twenty Four Hours, “Atrocity Exhibition”, con sus magníficas paredes (…), los climas sintetizados de “Isolation”, “Heart and Soul” y la espléndida “Decades”. En fin, un disco en donde la electrónica del productor Martin Hannett tomó mayor relevancia, creando atmósferas tristes y angustiosas, ideales para las composiciones de Ian Curtis», comenta el crítico de rock Eduardo Lenti.

De este modo, Closer significó el punto de partida para una nueva oleada de grupos musicales: los sintetizadores mezclados con las reminiscencias del pospunk marcaron la tendencia musical de los ochenta con bandas como The Cure, Bauhaus e Interpol.

Posteriormente, salieron discos con las canciones inéditas del grupo, lo cual terminó por confirmar y engrandecer la imagen de Ian Curtis como uno de los grandes del rock.


Sumadas a las brillantes piezas de sus dos álbumes iniciales (“Shadowplay”, “Disorder”, “New Dawn Fades” del Unknown Pleasures o “The Eternal”, “Colony” del Closer), canciones como “Digital”, “Transmission”, “No Love Lost”, “Ice Age”, “Atmosphere” y, por supuesto, “Love Will Tear Us Apart” demostraron que Ian Curtis y Joy Division siempre permanecerán en el recuerdo y, claro está, en los oídos de todos sus fieles seguidores.

sábado, 19 de mayo de 2012

Beastie Boys: Homenaje a MCA*

Adam "MCA" Yauch
Hace quince días apareció en los medios una noticia que ningún fan de los Beastie Boys hubiera querido recibir: «Adam Yauch falleció este 4 de mayo a causa de un cáncer en la glándula parótida».

Aun cuando había sido diagnosticado dos años atrás, nadie se podía imaginar que el queridísimo MCA nos dejaría tan pronto. La ausencia de la banda para su inducción en el Rock and Roll Hall of Fame el mes anterior haría presagiar el evidente desenlace del mayor de estos tres raperos de Brooklyn. Sin embargo, el golpe por esta lamentable noticia aún es difícil de superar.

Pero, luego de dos semanas de haber sido sorprendidos por la partida de este gran músico, es mejor dejar de lado las penas y homenajearlo como se merece: con la música que nos dejó.

Del hardcore punk al hip-hop

Es curioso que MCA se haya ido este año que se cumplen 30 de la aparición del primer EP de los Beastie Boys, el posiblemente olvidado (o desconocido) Polly Wog Stew, los primeros diez minutos de la banda hardcore punk. ¿Hardcore punk? Pues sí, en esos primeros años ochenteros, los Beastie Boys eran unos punks de guitarra, bajo y batería, más parecidos a los Ramones que a Public Enemy.

Mike D (Michael Diamond) en la voz y MCA en el bajo, junto a John Berry en guitarra y Kate Schellenbach en batería, darían a luz esta primera grabación de ocho canciones de menos de dos minutos cada una.


No obstante, con el paso de los años, el sonido de los neoyorquinos se iría hacia el naciente rap / hip-hop de la época (y de la zona, además). En ese momento, Ad-Rock (Adam Horovitz) ya se había unido a la banda, y ahora, como trío, lanzarían dos de los discos más clásicos de la escena de fines de los ochenta: Licensed to Ill (1986) y Paul’s Boutique (1989).

De todos modos, el punk de sus inicios seguiría haciéndose manifiesto en sus discos posteriores en canciones como “Time for Livin’” (Check Your Head) o “Heart Attack Man” (Ill Communication).

Check Your Head y los años noventa

Y así como han pasado 30 años de su primer EP, no podemos olvidar que son ya 20 años del lanzamiento de uno de los discos más influyentes del hip-hip de los noventa, el Check Your Head. Canciones como “Pass the Mic”, “Gratitude” y, por supuesto, “So What’cha Want” (cuyo video fue dirigido por MCA, aunque bajo el pseudónimo de Nathanial Hörnblowér, al igual que los videos de “Intergalactic” y “Body Movin’” del Hello Nasty) consolidarían esta brillante carrera y llevarían a Ad-Rock, Mike D y MCA a lo más alto de los rankings musicales.


Pero una de las razones de este éxito es que, a diferencia de muchos raperos de esos años, los Beastie Boys se valieron de varios géneros para componer sus canciones, desde el funk y el rap hasta el punk y el rock. Así lo vemos en los años siguientes, cuando sacaron el Ill Communication (1994) e incluyeron, junto a grandes pistas como “Sure Shot” o “Root Down”, el rapcore “Sabotage”, interpretado por el trío —ya no en las voces de cada uno de ellos— sino con Ad-Rock en voz y guitarra, MCA en bajo y Mike D en batería y coros.

MCA in memoriam

Pero la labor de Adam Yauch no quedó en lo meramente musical. En 1996, como miembro de la Fundación Milarepa, fue uno de los organizadores del recordado Tibetan Freedom Concert, un evento destinado a concientizar al mundo sobre la independencia del Tíbet, actualmente bajo el régimen chino. El festival fue un éxito, y reunió a bandas como Red Hot Chili Peppers, Smashing Pumpkins y Rage Against the Machine.

En los años siguientes, lanzó sus últimos álbumes junto a los Beastie Boys: Hello Nasty (1998), To the 5 Boroughs (2004), The Mix-Up (2007) y Hot Sauce Committee Part Two (2011).

A pesar de que nos ha tomado la delantera, tenemos que celebrar que el legado de MCA es enorme y que, al lado de sus "hermanos" Ad-Rock y Mike D, forma parte de la historia de la música y así será siempre recordado: como uno de los grandes.

Adam “MCA” Yauch, RIP (Respect In Peace).

*Esta entrada está dedicada a mi hermano Diego por su cumpleaños.